El entrenador ejerce una gran influencia sobre los deportistas a los que entrena, así como en el entorno deportivo donde se ubica. Vamos por tanto a abordar la figura líder-entrenador y experto en su ámbito de actuación y pieza clave a la hora de que el deportista establezca sus propios objetivos.
Timothy Gallwey, pedagogo y entrenador de tenis, pasó gran parte de su tiempo desarrollando y estudiando cómo mejorar el desempeño deportivo. Como conclusión de sus trabajos nos dejó su obra “El juego interior”, que definió junto con diferentes entrenadores y deportistas profesionales creando las bases de lo que más adelante se popularizaría con el término “coaching”.
Posteriormente, John Withmore formalizó un método basado en las siglas GROW, que proporcionan una ruta para que cada persona, con la ayuda de un coach-entrenador, logre alcanzar un objetivo prefijado. Este método promueve con éxito la confianza y la auto-motivación.
1) Apoyar al deportista a que establezca, defina y compruebe sus propios objetivos con el sistema METAS. Deberán de ser objetivos, medibles, específicos, enmarcados en el tiempo, alcanzable/retadores y con un seguimiento. ¿Cuál es su objetivo?¿Cuándo sabrá que lo ha conseguido?
2) Ayudar a que el deportista sea consciente de su estado actual, enclavado en el contexto del objetivo a conseguir. ¿Cuál es su realidad?¿En qué punto de partida se encuentra?
3) Anticiparse a los posibles obstáculos que se interponen entre el deportista y su objetivo. ¿Qué puede impedir que lo consiga?
4) Generar tantas opciones e ideas como sea posible y que estas abran puertas a caminos que antes no habían sido explorados por el propio deportista. ¿Qué se le ocurre que podría hacer? ¿y qué más?
5) Establecer un plan de acción específico. ¿Qué va a hacer?¿Cuándo?¿Cómo?
6) Evaluar los resultados y volver a establecer objetivos.
Os invito a probarlo!