La semana pasada publicábamos un post para contextualizar un poco el concepto de ayuda ergogénica, lo recuerdo sobre todo para todos aquellos que aún no os habéis suscrito para recibir el tutorial gratuito y el newsletter de IBINE con las actualizaciones.
Hoy continuamos con un post sobre ayudas ergogénicas, en este caso nutricionales. Vamos a realizar una pequeña reseña sobre la hidratación en el deporte, un aspecto de la práctica deportiva vital tanto para el rendimiento como para la salud del deportista. A pesar de su importancia, la hidratación deportiva suele ser con frecuencia descuidada por el propio deportista, sobre todo el deportista amateaur. Para trasladar la verdadera importancia que tiene la hidratación, ahora que viene el buen tiempo y las pruebas populares se multiplican, vamos a reseñar un concepto como es el de la hiponatremia y para ver los potenciales efectos negativos recordaremos un trágico suceso del que se cumple ahora hace casi un año.
La hiponatremia está frecuentemente asociada a la práctica deportiva, básicamente es una bajada de la concentración de sodio en sangre, generalmente ocasionada por una pérdida de sodio a través del sudor junto con una incorrecta reposición electrolítica, es decir, una ingesta de agua sin la correcta aportación de minerales. Este cuadro puede afectar al rendimiento y si se manifiesta de modo agudo, habitualmente bajo condiciones ambientales extremas de temperatura y humedad, puede afectar a la salud e incluso provocar la muerte.
Como vemos, es muy importante realizar una correcta prescripción en lo que la pauta de hidratación se refiere, en función de la prueba y de las condiciones ambientales y todo ello basado en las características personales del deportista como por ejemplo sus gustos o su tasa de sudoración.