La correcta gestión de los resultados de tu paciente es vital para que consiga o no consiga sus objetivos. ¿Qué haces con tu paciente cuando llega a una segunda sesión?¿Qué le preguntas?
En muchos casos si el paciente a cometido algún error en las pautas que se había establecido, como profesionales de la nutrición nos centramos en explicarle que son cosas que no debe de hacer, que no le debería de pasar, que no lo repita,…te suena, verdad? En este caso la pregunta que me gustaría hacerte para que reflexionemos sobre ello es: ¿Cómo te sientes tú cuando una persona destaca los fallos que por lo visto has cometido y te explica que no los tienes que volver a hacer?
Yo personalmente cuando alguien me dice eso, aún dando por hecho que lo hace con el fin de ayudarme, me siento realmente mal. Aunque intentamos ayudar, no conseguimos que la otra persona se sienta del todo bien. Por lo tanto, y la manera más acertada de ayudar a nuestros pacientes es, como primer paso, valorar qué tipos de resultados a tenido el paciente y actuar en consecuencia.
¿Cómo lo llevamos a la práctica en la consulta?
Lo primero que tenemos que hacer es saber cómo ha sido resultado del paciente:
Positivo
(“La semana me ha ido genial”, “He cumplido con todo lo que hablamos el otro día”,…)
Negativo
(“La verdad es que no he tenido tiempo de hacer nada de lo establecido”, “Lo he intentado; pero no soy capaz”,…)
Si el resultado ha sido positivo deberás de REFORZAR las acciones que ha realizado con preguntas como: ¿Qué es lo que hiciste? ¿Cómo te sentiste en ese momento?
Reflexionar sobre las acciones con las que ha conseguido el objetivo u objetivos que se proponía hará que refuerce esos actos como una acción positiva para su bienestar.
Si el resultado ha sido negativo, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que para que el paciente consiga lo que se propone no debemos de tratar esos errores como tal si no como aprendizajes. Para ello REMARCAREMOS LAS PARTES POSITIVAS de las acciones con preguntas como estas: “¿Y qué es lo que has hecho bien?””¿Y qué más has hecho bien?”.
La segunda parte de este proceso será la de obtener lo APRENDIZAJES de los “errores” cometidos. Para ello le podemos hacer preguntas como: “¿Qué has aprendido?”,”¿Qué harás la próxima vez?”…
Con esta técnica conseguiremos que el paciente modifique su diálogo interno, en el que se está repitiendo “lo mal que ha hecho las cosas”, con un diálogo interno positivo y enriquecedor con el que va a aprender de sus propios errores y además generará estrategias para mejorar sus hábitos.
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