La adherencia terapéutica del paciente, en el contexto de una consulta de un dietista-nutricionista, se puede definir como la medida en que la conducta del paciente en relación al seguimiento de un plan de alimentación o un cambio de estilo de vida coinciden con las indicaciones dadas por el propio nutricionista.
Realmente es un concepto que genera controversia ya que TODOS nuestros pacientes quieren mejorar cada día, ser su mejor versión y vivir llenos de vitalidad y aun así chocan, en la mayoría de las ocasiones, contra unos hábitos no saludables que no saben cómo gestionar correctamente, ¿verdad?
¿Por qué a algunas personas les resulta “sencillo” adherirse a las nuevas pautas generadas junto con el nutricionista y a otros les resulta prácticamente “imposible”?
Me gustaría estudiar en este artículo a las personas que consiguen esa adherencia terapeútica, que SI son capaces de modificar su estilo de vida de manera consciente, duradera y equilibrada. Está demostrado que sólo el 19% de las personas que comienzan un cambio en su estilo de vida lo consiguen… y por qué? ¿Cuál es el secreto? ¿Este tipo de personas son especiales? ¿Saben algo que los demás no sabemos?
Pues la verdad es que las personas que SI lo consiguen no tienen nada más de especial que lo que podemos tener todos los demás. Las personas que SI lo consiguen destacan que los factores determinantes no han sido sólo alimentarse adecuadamente o realizar algo más de actividad física, si no la automotivación, la correcta gestión de sus emociones y marcarse objetivos y estrategias concretas, entre otras cosas.
Por lo tanto, ¿Depende del propio paciente la propia adherencia a las prescripciones del nutricionista o es algo que tiene más que ver con el profesional de la nutrición?
Desde mi punto de vista es algo que salta a la vista. Podemos tener pacientes que sean más o menos capaces de conseguir sus objetivos de manera natural; pero lo que sí es responsabilidad nuestra es tener las herramientas y conocimientos necesarios para favorecer ese cambio en nuestro paciente y más ahora sabiendo que la estadística puede juega a nuestro favor o en nuestra contra dependiendo de lo que activamente hagamos.
Si las personas que SI son capaces de conseguir un cambio en su estilo de vida destacan que los factores más importantes no son sólo la alimentación o la actividad física, por qué no hacemos todo lo que está en nuestras manos para ayudarles en su proceso.
Existen multitud de técnicas con las que ayudar a nuestros pacientes como son el coaching nutricional (pincha aquí y descubre qué es el coaching nutricional), la inteligencia emocional o la PNL aplicada a la consulta de nutrición con las que aportar a nuestras consultas ese valor añadido que hará que nuestros pacientes acaben modificando su estilo de vida de una forma duradera y equilibrada.
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¡Un saludo del equipo de IBINE!